La Columna del CEO

La Fe en tiempos de enfermedad

Dr. Gastón Mendoza de Lama

CEO de Detecta Clínica

Muestra de Fe y devoción. Unos caminan de rodillas, otros de pecho o de espalda

Aunque creo en Dios, me he considerado bastante escéptico en muchos aspectos. Esta vez que llegué a mi querido y recordado puerto de Paita, subía por una de sus empinadas calles y me encontré con la procesión de la Virgen de las Mercedes, he visto como muchas personas peregrinaban para orar con una devoción inquebrantable. Eso me estremeció el alma.

Vi entre los asistentes a gente que caminaba de rodillas, de pecho, de espalda. No podía entender tanta entrega. Sus ruegos, sus súplicas por una madre, por una esposa, por un hijo o por una persona amada. Me atrevo a decir que esta es una representación de la vida misma. Solo los que se atreven a realizar esas muestras de fe y perseveran en sus sueños, alcanzan el éxito.

Muchos de los devotos viajan cientos de kilómetros para esta ocasión. Esta festividad acoge a miles de peregrinos que llegan desde distintas partes del Perú y del mundo para conmemorar la festividad de la Virgen de las Mercedes. Niños, jóvenes, adultos y ancianos visitan el Santuario de la Virgen “Mechita” para adorarla y pasearla en procesión.
La fe los mueve y motiva. Durante este recorrido, los peregrinos tienen la oportunidad de turnarse para cargar a la sagrada imagen, como una forma de veneración, así como para tocarla y sentir su poderosa presencia. Esta vez tuve la oportunidad de acercarme muchísimo a la Virgen y puedo decir que sentí una energía muy fuerte.

Fue algo muy especial y extraño a la vez, me estremeció muchísimo, de una manera muy especial que ahora puedo decirlo con mucha seguridad de que Dios existe y agradezco a nuestro creador por ello.

Este mes del Señor de los Milagros y relacionándolo a la devoción que viví en la celebración a la Virgen de las Mercedes, reflexiono y pienso lo importante que es tener fe y esperanza cuando uno atraviesa por una enfermedad y un proceso de sanación. Pongamos toda nuestra energía y pidamos con todas nuestras fuerzas que podemos recuperar la salud propia o la de un ser querido. Que octubre, Mes Morado, sea un tiempo de reflexión, fe y esperanza.