Combatiendo la gravedad
Este tipo de cirugía busca devolverle la armonía a las mamas que pudo haberse perdido producto de un embarazo, periodo de lactancia, elasticidad de la piel o por el paso de los años. La doctora MARÍA EUGENIA RUIZ, cirujana estética en Detecta Clínica, explica que es necesario realizar una evaluación exhaustiva de cada paciente antes de la intervención para obtener mejores resultados.
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La mastopexia o cirugía de elevación mamaria busca armonizar tanto el tamaño como la forma del pecho, devolviéndole un aspecto estéticamente bonito y adecuado para cada paciente. “El descenso de la posición de las mamas puede producirse por diferentes factores: embarazos, cambios bruscos de peso o de forma natural en pacientes que tienen una piel especialmente elástica. Las pacientes suelen referir un descenso claro en la posición del pezón y la areola, generalmente asociado a un volumen de tejido mamario reducido”, explica la Dra. María Eugenia Ruiz, cirujana plástica y experta en este tipo de intervenciones.
La especialista indica que la mastopexia busca no sólo elevar la areola, sino reposicionar a su vez el tejido mamario y eliminar el exceso de piel. De esta manera, mejora la forma y proyección de las mamas. En los casos en los que el tamaño de la areola es mayor que el deseado también se puede reducir su tamaño.
“Con frecuencia el tratamiento indicado consiste únicamente en reposicionar los tejidos mamarios de la paciente. En otras ocasiones, para recuperar el volumen, puede estar indicado la utilización de implantes mamarios. El cirujano debe realizar una evaluación exhaustiva de cada paciente porque el tipo de procedimiento a seguir varía significativamente según diferentes factores como el tipo de piel, el volumen, la forma del seno, o el tipo de tejido mamario que presente cada persona”, añade la especialista de Detecta Clínica.
¿Deja cicatriz?
La mastopexia es una cirugía que requiere anestesia general y que puede durar entre dos y tres horas. La paciente puede ser dada de alta a las pocas horas de la intervención, siempre que no se presenten complicaciones. Sin embargo, uno de los puntos que más preocupa es si es que la operación dejará cicatrices. Vale aclarar que no hay longitud estándar de las marcas, sino que estas pueden variar dependiendo de cada caso.
Por lo general, la intervención deja dos tipos de cicatriz: una alrededor de la areola, y otra entre la areola y el surco mamario. En ocasiones, para conseguir un mejor resultado estético, se añade una pequeña incisión a nivel del surco submamario.
“El periodo de tiempo comprendido entre la semana 8 y la 12 es el momento en el que las cicatrices son más visibles. Sin embargo, a partir de ese momento van atenuándose hasta llegar a resultar prácticamente imperceptibles. Durante el seguimiento postoperatorio que realizamos, si se observa que la paciente presenta dificultades en el proceso de cicatrización, pueden plantearse diversos métodos para mejorarlo y acelerarlo”, detalla la cirujana plástica, María Eugenia Ruiz.
Pasado un mes de la intervención, se empieza con el cuidado de la cicatriz. Se recomienda la aplicación de cremas de gel de silicona o apósitos de silicona para disminuir el riesgo de cicatriz hipertrófica. Durante los primeros meses, la cicatriz tendrá un color rojizo que irá evolucionando durante el proceso de maduración hasta conseguir el resultado deseado.
Resultados satisfactorios
El resultado de la mastopexia es altamente satisfactorio para las pacientes, al recuperar uno de los elementos más importantes de la feminidad. Además, obtiene un efecto muy positivo sobre su autoestima.
Después de la cirugía de mastopexia es normal que se produzca un edema y se inflame la zona intervenida. “Esta hinchazón puede durar hasta 6 semanas, pasadas las cuales desaparecerán todas las molestias y se notará una mejora en la apariencia de los pechos operados. Como hemos dicho esta cirugía está especialmente indicada en aquellas personas que presentan unos senos de apariencia caída y en ocasiones desproporcionadamente envejecida respecto al resto del cuerpo”, comenta Ruiz.
Por otro lado, no es recomendable que durante el postoperatorio la paciente utilice vendaje, aunque sí debe usar un sujetador específico para esta cirugía. Esta prenda debe llevarse de manera continua durante las primeras semanas tras la intervención. La paciente podrá cambiarlo progresivamente por otro tipo de brasier en función de la técnica utilizada y de la evolución que presente la mama durante esta etapa. El reinicio de sus actividades diarias depende de su evolución aunque por lo general pueden retomarse en un periodo de siete días si es que no representa un esfuerzo físico.
Para evaluar la posición de las mamas hay que tener en cuenta dos puntos de referencia: la areola y surco mamario.
Clasificaremos la caída del pecho según la Escala de Regnault:
Cuidados postcirugía
- La recuperación de la operación de mastopexia es rápida y poco dolorosa.
- Durante las primeras horas después de la operación, la paciente debe estar bajo supervisión médica.
- En la primera semana de recuperación, se puede volver a las actividades habituales de la vida cotidiana, salvo cargar grandes
pesos u otros esfuerzos. - El período de reposo puede ser más largo que en las cirugías de aumento de pecho.
- Se recomienda estar dos meses sin realizar ejercicios violentos con
los brazos, evitar levantar mucho peso y evitar golpear la zona donde se encuentra la cicatriz.